Recibimos el encargo de transformar la oficina de banco en una peluquería.
El local presentaba un trasdosado de pladur en las paredes que decidimos aprovechar para incluir espacios de almacenaje empotrado así com crear un juego con los espejos.

La peluquería se estructura en tres zonas principales, los tocadores de styling, los tocadores de tinte y la zona de lavacabezas. Estas tres zonas quedan articuladas mediante una zona de espera y una zona de cobro y atendimiento.

Los tocadores de styling se entienden como la zona principal y se sitúan en la pared con más visibilidad desde la calle. Una balda continua de madera de pino une los tocadores entre si. Estos están formados por un espejo más un nicho expositivo con trasera de madera y baldas de cristal. Se resalta el espacio expositivo mediante una línea vertical de luz.
Los tocadores de tinte se resuelven también mediante un nicho con espejo en su fondo, simulando una ventana. Una divisora con montantes de madera y baúl de almacenaje bloquea la vista directa de los viandantes y los clientes en su tinte.
Una estructura de madera formada por costillas de 60x40mm acoge los lavacabezas y define esta zona, de carácter más privado, y situada en el fondo del local.
La vegetación se incluye mediante macetas colgadas que junto con unos troncos de pino confieren al espacio un aire fresco y natural.